Ecosistemas

Mauritia flexuosa

Esta especie de palmera, conocida en todo Perú como aguaje, es dominante en grandes áreas de humedales en la Amazonia peruana. Las palmeras de Mauritia prosperan en el suelo bajo en nutrientes y anegado de las turberas, condiciones que muchas otras especies no pueden tolerar. En condiciones pantanosas y anegadas, toda la materia orgánica que llega al suelo se descompone lentamente, y las raíces, los tallos, las ramas y las hojas de Mauritia contribuyen entonces a la acumulación de turba en estos sitios ricos en materia orgánica.

Foto: Anna Macphie

Aguajal

Mauritia flexuosa es la palmera que predomina en este tipo de ecosistema de turbera, que es el más extenso en la cuenca del Pastaza-Marañón. En primer plano se pueden ver las hojas de individuos juveniles de Mauritia, mientras que los troncos maduros (con marcas horizontales) se extienden en la distancia. Esta es una de nuestras parcelas de estudio, y cada tallo con más de 10 cm de diámetro ha sido etiquetado, identificado y medido. Los ecologistas repiten las mediciones con regularidad para monitorear el crecimiento, el reclutamiento y la mortalidad de los tallos. La diversidad de plantas en esta parcela es relativamente baja, con una media de 38 especies por cada 500 tallos, en comparación con las 166 especies por cada 500 tallos encontrados en los bosques cercanos de tierra firme .

Foto: Ian Lawson

Neumatóforos de Mauritia flexuosa

Las raíces aéreas (neumatóforos) se elevan por encima de la superficie del agua estancada en este primer plano del suelo de un aguajal inundado. Estas raíces especializadas son extensiones del sistema radicular subterráneo de la palmera, que crecen verticalmente hacia arriba para colocarse por encima del nivel del agua como si fueran tubos de buceo. Ellas permiten que las plantas como la Mauritia crezcan en un suelo anegado o incluso totalmente sumergido durante gran parte del año. El intercambio de gases (entrada de oxígeno, salida de dióxido de carbono) se produce a través de las puntas de las raíces, lo que permite que las raíces respiren y los árboles prosperen.

Foto: Ian Lawson

Laguna Quistococha

Quistococha es una laguna rodeada de aguajales y ubicada a 10 km de la ciudad de Iquitos. Muchas turberas a nivel mundial inician su formación como un lago; es así que estudiando Quistococha podemos entender cómo se forman las turberas a lo largo de miles de años.

En la cuenca del Amazonas, los ríos serpentean a través del paisaje en grandes curvas, cambiando su curso y dejando atrás canales en desuso y lagos abandonados. La laguna de Quistococha contiene sedimentos fluviales arenosos de 5 m de profundidad, lo que demuestra que fue parte del cauce fluvial hasta hace unos 2500 años. Este cauce fue abandonado y los sedimentos más finos registran cuándo este evento ocurrió y dio inicio a la laguna que observamos hoy en día, mientras que el polen fósil en los sedimentos finos revela que el aguajal alrededor de Quistococha comenzó a formarse hace 1000 años.

Foto: Katy Roucoux

Pantano abierto

Palmeras de Mauritia flexuosa dispersas en un pantano abierto cerca de la comunidad de Veinte de Enero. El polen fósil conservado en la turba muestra que la vegetación en este lugar siempre estuvo abierta - compuesta por juncos, hierbas y helechos- desde que la turba comenzó a acumularse hace unos 1200 años. Las palmeras dispersas que se ven aquí están por lo tanto colonizando el pantano abierto, en lugar de ser los últimos supervivientes de un aguajal que fue exuberante.

Foto: Lydia Cole

Montrichardia arborescens en el pantano abierto

La característica hoja con forma de flecha de la Montrichardia arborescens, un miembro de la familia del lirio Arum, se ve aquí sobre un fondo de helechos, hierbas, juncos y otras plantas semiacuáticas típicas de los pantanos abiertos.

La Montrichardia es una planta pionera amante del sol conocida en los Neotrópicos, que a menudo forma grupos de una sola especie a lo largo de los márgenes de los ríos. Es una planta con múltiples usos, entre ellos el tratamiento de enfermedades (como la malaria, las hemorragias nasales, abscesos, tumores y úlceras), como alimento para animales y como revestimiento para el fondo de las canoas.

Foto: Ian Lawson

Cecropia, especie pionera del bosque

Las hojas palmeadas de un árbol de Cecropia forman un distintivo patrón en contraste con el cielo y emergen en el dosel del bosque de turbera. El género Cecropia incluye varias especies pioneras de árboles , lo que significa que crecen rápidamente en respuesta a una repentina entrada de luz a través del dosel debido a la caída de un árbol. El abedul ocupa un lugar ecológico similar en Escocia

Foto: Katy Roucoux

Orilla del río

En la superficie del agua que fluye lentamente se reflejan, como si fuera un espejo, unos tallos blancos de Cecropia. Como especies pioneras, Cecropia es de rápido crecimiento y prosperan en la luz en el borde del bosque y a lo largo de las inestables orillas de los ríos.

Muchas especies de Cecropia pueden tolerar con facilidad las profundas inundaciones que llegan cada temporada de lluvias a esta parte de la Amazonía. El brusco cambio de color, de marrón a blanco brillante, en cada tronco de Cecropia marca la altura de la inundación de la última creciente del río

Foto: Lydia Cole

Palmera Euterpe precatoria

Mirando a través de las ramas iluminadas de una Euterpe pracatoria juvenil, una de las varias especies de palmeras comunes en los aguajales. Conocida localmente como huasaí o acaí, muchas partes de esta palmera son útiles. Los estípites o troncos se usan para la construcción, con los frutos se hacen jugos muy ricos en antioxidantes, y los extractos de las raíces y los tallos de las hojas poseen propiedades antinflamatorias. En los últimos años, los frutos han llegado a conocerse internacionalmente como un superalimento, comercializado como frutos de acaí.

Foto: Ian Lawson

Una lagartija bien escondida

Una mirada cercana a los aguajales revela más que los árboles y plantas visibles a primera vista; aquí vemos una lagartija con manchas negras sudamericano (Copeoglossum nigropunctatum). Todavía hay mucho que aprender sobre los animales que viven en las turberas, especialmente de aquellos animales que los pobladores locales no cazan. Los pantanos tropicales son especialmente difíciles de inventariar, ya que es complicado no hacer ruido mientras se camina por un terreno anegado; el uso de cámaras trampa que se activan automáticamente con el movimiento ayudan a superar esta dificultad. Sin la información básica sobre la distribución y la abundancia de la vida silvestre, es difícil desarrollar estrategias de conservación para los animales que viven en los pantanos.

Foto: Ian Lawson

Mauritia flexuosa

Esta especie de palmera, conocida en todo Perú como aguaje, es dominante en grandes áreas de humedales en la Amazonia peruana. Las palmeras de Mauritia prosperan en el suelo bajo en nutrientes y anegado de las turberas, condiciones que muchas otras especies no pueden tolerar. En condiciones pantanosas y anegadas, toda la materia orgánica que llega al suelo se descompone lentamente, y las raíces, los tallos, las ramas y las hojas de Mauritia contribuyen entonces a la acumulación de turba en estos sitios ricos en materia orgánica.

Foto: Anna Macphie

Aguajal

Mauritia flexuosa es la palmera que predomina en este tipo de ecosistema de turbera, que es el más extenso en la cuenca del Pastaza-Marañón. En primer plano se pueden ver las hojas de individuos juveniles de Mauritia, mientras que los troncos maduros (con marcas horizontales) se extienden en la distancia. Esta es una de nuestras parcelas de estudio, y cada tallo con más de 10 cm de diámetro ha sido etiquetado, identificado y medido. Los ecologistas repiten las mediciones con regularidad para monitorear el crecimiento, el reclutamiento y la mortalidad de los tallos. La diversidad de plantas en esta parcela es relativamente baja, con una media de 38 especies por cada 500 tallos, en comparación con las 166 especies por cada 500 tallos encontrados en los bosques cercanos de tierra firme .

Foto: Ian Lawson

Neumatóforos de Mauritia flexuosa

Las raíces aéreas (neumatóforos) se elevan por encima de la superficie del agua estancada en este primer plano del suelo de un aguajal inundado. Estas raíces especializadas son extensiones del sistema radicular subterráneo de la palmera, que crecen verticalmente hacia arriba para colocarse por encima del nivel del agua como si fueran tubos de buceo. Ellas permiten que las plantas como la Mauritia crezcan en un suelo anegado o incluso totalmente sumergido durante gran parte del año. El intercambio de gases (entrada de oxígeno, salida de dióxido de carbono) se produce a través de las puntas de las raíces, lo que permite que las raíces respiren y los árboles prosperen.

Foto: Ian Lawson

Laguna Quistococha

Quistococha es una laguna rodeada de aguajales y ubicada a 10 km de la ciudad de Iquitos. Muchas turberas a nivel mundial inician su formación como un lago; es así que estudiando Quistococha podemos entender cómo se forman las turberas a lo largo de miles de años.

En la cuenca del Amazonas, los ríos serpentean a través del paisaje en grandes curvas, cambiando su curso y dejando atrás canales en desuso y lagos abandonados. La laguna de Quistococha contiene sedimentos fluviales arenosos de 5 m de profundidad, lo que demuestra que fue parte del cauce fluvial hasta hace unos 2500 años. Este cauce fue abandonado y los sedimentos más finos registran cuándo este evento ocurrió y dio inicio a la laguna que observamos hoy en día, mientras que el polen fósil en los sedimentos finos revela que el aguajal alrededor de Quistococha comenzó a formarse hace 1000 años.

Foto: Katy Roucoux

Pantano abierto

Palmeras de Mauritia flexuosa dispersas en un pantano abierto cerca de la comunidad de Veinte de Enero. El polen fósil conservado en la turba muestra que la vegetación en este lugar siempre estuvo abierta - compuesta por juncos, hierbas y helechos- desde que la turba comenzó a acumularse hace unos 1200 años. Las palmeras dispersas que se ven aquí están por lo tanto colonizando el pantano abierto, en lugar de ser los últimos supervivientes de un aguajal que fue exuberante.

Foto: Lydia Cole

Montrichardia arborescens en el pantano abierto

La característica hoja con forma de flecha de la Montrichardia arborescens, un miembro de la familia del lirio Arum, se ve aquí sobre un fondo de helechos, hierbas, juncos y otras plantas semiacuáticas típicas de los pantanos abiertos.

La Montrichardia es una planta pionera amante del sol conocida en los Neotrópicos, que a menudo forma grupos de una sola especie a lo largo de los márgenes de los ríos. Es una planta con múltiples usos, entre ellos el tratamiento de enfermedades (como la malaria, las hemorragias nasales, abscesos, tumores y úlceras), como alimento para animales y como revestimiento para el fondo de las canoas.

Foto: Ian Lawson

Cecropia, especie pionera del bosque

Las hojas palmeadas de un árbol de Cecropia forman un distintivo patrón en contraste con el cielo y emergen en el dosel del bosque de turbera. El género Cecropia incluye varias especies pioneras de árboles , lo que significa que crecen rápidamente en respuesta a una repentina entrada de luz a través del dosel debido a la caída de un árbol. El abedul ocupa un lugar ecológico similar en Escocia

Foto: Katy Roucoux

Orilla del río

En la superficie del agua que fluye lentamente se reflejan, como si fuera un espejo, unos tallos blancos de Cecropia. Como especies pioneras, Cecropia es de rápido crecimiento y prosperan en la luz en el borde del bosque y a lo largo de las inestables orillas de los ríos.

Muchas especies de Cecropia pueden tolerar con facilidad las profundas inundaciones que llegan cada temporada de lluvias a esta parte de la Amazonía. El brusco cambio de color, de marrón a blanco brillante, en cada tronco de Cecropia marca la altura de la inundación de la última creciente del río

Foto: Lydia Cole

Palmera Euterpe precatoria

Mirando a través de las ramas iluminadas de una Euterpe pracatoria juvenil, una de las varias especies de palmeras comunes en los aguajales. Conocida localmente como huasaí o acaí, muchas partes de esta palmera son útiles. Los estípites o troncos se usan para la construcción, con los frutos se hacen jugos muy ricos en antioxidantes, y los extractos de las raíces y los tallos de las hojas poseen propiedades antinflamatorias. En los últimos años, los frutos han llegado a conocerse internacionalmente como un superalimento, comercializado como frutos de acaí.

Foto: Ian Lawson

Una lagartija bien escondida

Una mirada cercana a los aguajales revela más que los árboles y plantas visibles a primera vista; aquí vemos una lagartija con manchas negras sudamericano (Copeoglossum nigropunctatum). Todavía hay mucho que aprender sobre los animales que viven en las turberas, especialmente de aquellos animales que los pobladores locales no cazan. Los pantanos tropicales son especialmente difíciles de inventariar, ya que es complicado no hacer ruido mientras se camina por un terreno anegado; el uso de cámaras trampa que se activan automáticamente con el movimiento ayudan a superar esta dificultad. Sin la información básica sobre la distribución y la abundancia de la vida silvestre, es difícil desarrollar estrategias de conservación para los animales que viven en los pantanos.

Foto: Ian Lawson